viernes, 24 de diciembre de 2010

1 Otro epigrama

Epigrama contestando a cómo es
el pico del villancico

El pico de mi jaqueca
es pico menguado y flaco
pues de puro hipocondriaco
hipa mucho y poco peca,
y aunque le pique una peca
no peca el truhán tampoco.
Se parece al cuervo loco
el pico del villancico,
que al picar pero sin pico
pica pero pica poco.

Urceloy / Diciembre de 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

2 Villancico anual

Décima – epigrama

para felicitar el 2011


Preso en constante pasión

en este país de ateos

que van a misa y de feos

triunfando en televisión,

siempre, con pobre intención

ofrezco mi villancico

anual a todos: No es rico,

con la crisis sólo asoma

en esta décima roma

un ojo y detrás, el pico.


Urceloy / diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

0 Algunos poemas casi tristes 26

Doce epigramas en forma de ¿haiku rimado? ¿soleá? ¿coplilla?

Auriculam Mario grauiter miraris olere.

Tu facis hoc: garris, Nestor, in auriculam.

Marcial (Epigramas, LIII,28)


uno por año

es la mejor medida

para hacer haikus


pero en tu caso

llámalos soleares

y haz unos cuantos


y no te ofendas

que benedetti hacía

varios por siesta


y no es que fueran

haikus malos tan solo

pequeños poemas


estos nipones

que inventaron el haiku

los hacen pobres


y sus poetas

hacen uno por lustro

y dos por década


si no lo ves

y no puedes ceñirte

haz uno al mes


no se desgasta

tampoco mucha musa

si no haces nada


buen compañero

ni fuerces la costumbre

ni mines plectro


que aquí y en pitis

todo exceso se llama

haikucolitis


con tantos males

se me han ido los haikus

de soleares


a buen recaudo

se quedan en la mesa

mis doce haikus


Jesús Urceloy / diciembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

3 Algunos poemas casi tristes 25

Salmo 40

para los que todavía me guardan rencor

determinado a poner en práctica alguno de los ejercicios que propongo en mis clases de poesía decido que sería bueno vivir cerca de un cementerio de automóviles

oh sí un cementerio de automóviles lleno de coches norteamericanos de capós relucientes llenos de dignidad agujeros un puto pato donald un búfalo como mascarón de proa una matrícula muy del norte

también sería bueno sacarles los ojos a las muñecas de porcelana desmembrarlas arrojarlas un poco al fuego y en ese momento en que la piedra casi oscurece sacarlas al frío de una tapia en cualquier fábrica de las afueras

cómo me gustaría volver al hotel esta noche para robar las alfombras rojas de los pasillos para robarles los zapatos a todas las camareras para beber con Edgar Allan Poe un vasito de bourbon con sabor a naranjas

cómo me gustaría cantar antiguas canciones medievales al son de la guimbarda escribir una sinfonía donde hasta el minuto seis sólo sonasen trompas lentas religiosas un buen aparejo señor garcía así la vida nos permitirá jugar al tablón con sus madelmanes cuánto importa un chelín para comprar pan a la vieja de la escalinata oh un chelín es un monumento a la perseverancia señor garcía un chelín ha construido cada lamasería del nepal señor garcía cada puente del sena cada tebeo rescatado de las basuras por un niño que finge ser pobre

cuánto se puede ignorar la sabiduría de los padres en qué rincón de la belleza lloran los padres abandonados la necesidad de matar hormigas y cuánto la sincera delincuencia juvenil de las canciones de amor francesas

yo planté un ciprés guaraní un triciclo de plumas sí corazón una cuna con tres cerdos un bar sin runas las frenopatías de los ijares y una fila de piernas ortopédicas recolectadas en dachau

mientras arrastraban el carro de los muertos el carro gris de los muertos el carro gris de los muertos de disentería yo te estaría rozando la entrepierna con una soga con una mano seca de limpiar pescado con el libro de la justicia con las vendas que ya no sirven en un hospital de sangre

amo la placenta donde las muñecas de porcelana se ríen de las niñas madres amo a los viajeros que regresan desnudos llenos de cicatrices sedientos de un hogar en las montañas amo las alas de los murciélagos que al agitarse suenan a pequeños latigazos amo el arco de un puente desde el que han ahorcado a un soldado desertor

mi nombre se parece al de todos los cuerpos mi nombre ha sido escrito para moldear cobardes mi nombre es una copia de medio vals de Chopin mi nombre ha dado nombre a las escaleras de los hoteles a los dedos de las muñecas de porcelana al fuego que redimirá un día todos los cementerios de automóviles

Jesús Urceloy / noviembre de 2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

2 Pornografía del yo 13

Voy a decirlo ahora que luego las cosas se complican.

Me gustaría asistir a todos los actos a los que me invitan, y otros a los que ya ni me invitan pero de los que me sigo enterando porque este mundillo de la litaratura es bastante cerradito y antes o después te enteras. Y sobre todo si aquellos que leen, presentan o convocan son antiguos alumnos. Me encantaría, lo juro. De verdad de la buena. Desgraciadamente estos actos no suelen ser a las 10:00 de la mañana sino a las 20:00 de la tarde, y a esas horas suelo estar trabajando. Y como en mi trabajo no vale con decirle al jefe que esta tarde no voy, porque mis alumnos son mis jefes, y a veces son muchos, no siempre - o sea, casi nunca- tengo el beneplácito de todos. Por lo tanto si no voy es porque no puedo, que ya me gustaría a mi currar de 8 a 14 (o parecido) y tener la tarde libre.

No contesto a todos los emails que me mandan -sólo a los urgentes- entre otras cosas porque quitando spam, anuncios y otras martingalas, recibo a diario unos 20 más o menos. Intentad escribir 20 mensajes a diario y si luego seguis pensando que soy un vago, venga, lo soy. Pero intento responder en lo que puedo, que quede claro, y NO HAY NINGÚNA MALA FÉ cuando no lo hago. ¿Vale?

Por otra parte el otro día cambié de ordenador, y como soy un manazas extraordinario he perdido TODAS las direcciones de email y tfnos que tenía almacenados desde hace 12 años. Es decir, casi mil. Así que si alguien considera que mi olvido es demasiado pronunciado que entienda que la comunicación se establece entre dos personas por el interes de ambas y no el de una sola. Igual estás entre los emails perdidos, asi que dame una oportunidad antes de mandarme a la porra, amigo/a y envíame tus datos. (Por si acaso me he dado de alta en Facebook).

Una vez aclarado estos conceptos que considero necesarios y que atañen a mi buena voluntad y mejor entendimiento, doy las gracias a los que saben perdonarme estos lamentables descuidos, y aprovecho para desearos a todos unas buenas noches.





jueves, 21 de octubre de 2010

1 Pornografía del yo 12

Pido disculpas al personal pensante, diletante, parlante y muy muchísimo amante y querido. El día 5 de Octubre mi viejo ordenador -que me ha acompañado 10 de sus 14 años de vida- agotó su último bit. Gracias a mi hija -ahora los hijos regalan ordenadores a los padres- y a la buena disposición de un par de buenos amigos hoy inauguro nuevo aparato, en cuyo interior aún existen algunos elementos del anterior, como un grabador de discos y su formateado disco duro. Esa ha sido la causa de tanto silencio y será la causa de mis nuevos parloteos.

¡Salud y república!

sábado, 2 de octubre de 2010

5 Autobombo

Como veréis ahí a la derecha acabo de sacar NUEVO LIBRO. Se titula

HARTO DE DAR PATADAS A ESTE BOTE,

que es todo un endecasílabo a posta. Se trata de una recopilación de 90 sonetos, la mayoría inéditos en libro, que llevo escritos desde 1985 hasta hoy. No lo negaré: Entre ellos están 20 de esos que tanto os hago y me hacéis repetir en los recitales cuando ya va terciada la segunda copa y que sirven para que el personal se despiporre de risa. Pero también hay otros 70 que no, para que no se me queje el amante, el filósofo y el erudito. Saber no ocupa lugar, dicen. Y para eso el libro se completa con unas notas donde cuento algunas de las anécdotas que rodearon la escritura de cada uno de ellos.

Lo presentraré en Mérida el 22 de este mes, pero como aún no sé dónde lo haré en Madrid ni cómo se distribuirá adelanto la web del editor por si alguien quiere empezar a agotar la edición: www.delalunalibros.com

Besos y Gracias

Urceloy

viernes, 1 de octubre de 2010

0 Algunos poemas casi tristes 24

Toy Story (La trilogía)

“Hay una serpiente en mi bota.”
Woody

Desde que vi Toy Story,
sospecho a qué se deben
ciertos ruidos nocturnos
de mi casa, y entiendo
porqué no colecciono
cedés, ni compro libros
desde Toy Story 2.

Tras la tercera parte
llevo ya varios días
borrando cada marca,
cada mueca que llevan
los juguetes en todo
parque, banco, arenero,
en que me encuentro niños
jugando con muñecos,
(procurando que no
se den cuenta sus madres
y piensen de mi cosas
absurdas, por supuesto).

Y en papeles que dejo
disimuladamente
caer al suelo, escribo:
¡Liberad vuestro yugo,
no elijáis nunca dueño!
¡Y el día en que os arrojen
al fuego, daos la mano
y marchad, como amigos,
cantando una canción!


urceloy / octubre de 2010

domingo, 26 de septiembre de 2010

1 Algunos poemas casi tristes 23

Para A.R., J.C. y J.A.R.


Ser en la noche oscura el que os espera,
quien os alumbre, mis amigos, ría
cada historia a la vuelta, eso me basta.

No quien cuida del fuego, no quien duda
y es sabio por dudar, no quien sostiene
en el amor la sangre y sus derrotas.

Ser quien se queda, quien respire el humo,
quien salga al campo y fuerce la mirada
hasta ver una luz que se aproxima.

Entonces nada es importante, y el
abrazo es la más noble de las armas:
ser quien muere abrazado a sus amigos.



Jesús Urceloy / septiembre 2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

0 Antología personal 8

Entre los muchos y estupendos poemas que mis alumnos de este veranillo han escrito, cabe destacar este hermoso soneto (a la manera de Raúl Vacas) que ha resuelto con total certeza, gracia y su jueguecillo guasón Carmen Barahona. Como me gustó mucho y se lo pedí para publicarlo aquí lo tenéis, que es todo un gozo. Y muchas gracias, Carmen.

La maleta,
de Carmen Barahona


Dos blusas. una falda, un pantalón,
salva-slips, la toalla, un chubasquero,
after-sun, el bikini, un costurero,
calcetines y bragas de algodón.

Algún vestido, éste de "charlestón".
Nada amarillo, que es de mal agüero.
Un chal, otro, este tiene un agujero,
un libro, zapatillas, camisón.

El gel, las anti-arrugas, el champú,
aspirinas, relect, una chaqueta,
y, por si acaso, un breve canesú.

Colonia, esponja, otra camiseta.
Sólo queda esperar que vengas tú
y consigas cerrar esta maleta.






martes, 31 de agosto de 2010

1 Crónicas de un ex fumador pensante I

Desde que he dejado de fumar le echo la culpa a mi ex-vicio de todo lo que me pasa.

Me sale un granito debajo del ojo y estoy convencido que ese granito es la manera con que mi cuerpo expulsa cosas nocivas por donde puede. Nicotina perversa acumulada bajo mi retina esperando paciente el día del estallido. ¡Fuera, fuera de mí! Por ejemplo.

Pues el otro día me dio un síncope. Sí señores, a mi solito: un señor síncope. Yo pensaba que los síncopes sólo le daban a las hermanas Gilda de Vázquez (Hermenegilda y Leovigilda), y a La dama de las Camelias, de Alejandro Dumas hijo, y que consistía basicamente en una especie de desmayo aparatoso hacia atrás y hacia abajo. Después llega don Julio a escena, llama al servicio y al final Fermín, el mayordomo, aplica las famosas sales a la interfecta hasta su esperada recuperación.

Pues no. No es así.

Un síncope es que por ejemplo te cuenten un chiste -mi caso- y te descojones de tal manera que de la risa pases a la tos, una tos tremebunda, descontrolada. Como la tos no permite a los pulmones almacenar oxígeno, este no llega al cerebro y el muy listo del cerebro desconecta. Uno se queda blanco, luego amoratado, con los ojos fijos, sin emitir un sólo ¡Ay! y sin sentir nada. Si estás de pie te caes y la caida hace que todo vuelva a funcionar al poco. Pero si estás ya tumbado te expones a que los circundantes aprovechen y te metan una buena somanta de hostias en su afán de despertarte. La verdad es que no te enteras de las bofetadas, pero corres el riesgo de que marquen algún anillo.

Todo esto me lo explicó el médico de urgencias, asegurándome que mientras la cosa no tenga segundas con el corazón. la cosa no reviste mayor gravedad. ¡Qué bonito, esto del síncope!

Aprovechando la ocasión, mi querida jefa acaba de llamarme para decirme que sólo se me ha apuntado un alumno para mi curso poético de septiembre, y que con esas no se abre el taller. Vamos que me vuelvo a quedar otro septiembre más en el puto paro total y sin recibir un puto duro. Lo que significa que si no me salen un par de bolos ya mismo y me pagan lo que me deben algunas revistas me veo otro mes abocado al sablazo y a quedarme en casita cazando arañas.

¿Porqué no me habré dedicado al baile hindú o al ballenato sabrosón, como los de la Academia frente a mi casa, que todos los días tienen lleno? Afortunadamente el haber dejado de fumar representa 90 uros de ahorro al mes, seré desgraciao...

martes, 24 de agosto de 2010

0 Pornomanía del yo 11 Lo de siempre

Lo de siempre, que a ver qué le importan a nadie mis precarias aventurillas estivales, que no salen de lo mismo o parecido a otras muchas y de las que ya di cuenta en años pasados y esperemos que en venideros.

Con alguna diferencia -poca, reitero- cabe reseñar que a trancas y cagándome en todo lo bueno y lo malo logré subir a pie los Picos de Europa a la altura de Gamoneo, atravesar trochas y veredas y echando el bofe tras dos o cuatro horas de interminables cuestas, encuentros con vacas diseminadas a diestro y siniestro, piedras, piedras y piedras pa dejarse el alma en una sola caída llegar al ¡OOOOOOOOOOHHHHHHHHH! ¡QUÉ BONITO LAGO DE COVADONGA! que la verdad es bonito sí, de postal de esas, y mucha gente que ha hecho lo que hay que hacer: se han venido en el autobús, que por seis eurines te sube y te baja, y se están tomando la cervecita en el bar que tienen ahí arribita montao. ¡Oh, natura, sabia entre las sabias! Bueno, fuimos catorce o más, entre cuñaos y primos y amigos, y regresamos todos salvo tres (que nos volvimos en el citado autobús). El año que viene, una vez visto que he sido capaz de hacer el viaje de ida igual me atrevo a hacer también el regreso.

Otrosí que le día 20 estuve leyendo en Santander, en la librería Gil, gracias a las gestiones de mi buen amigo y genial poeta Javier Menéndez Llamazares, donde conocimos a variada y muy interesante gente, toda muy amena y con las que contar el día del reparto. La sala llena y atenta, y las cervezas frías. Como debe ser. Me anunciaron a bombo y platillo y salí a lo grande en los periódicos y en las radios del lugar. Yo no conocía Santander, que me pareció desde tierra y desde el mar -pues Marisolilla y yo nos dimos un garbeo oficial en un catamarán a motor por toda la bahía- una ciudad bellísima. Y a la que hay que acudir muchas veces. Por cierto, la caldereta de pescado, buena de verdad.

Y también que el día 15 presenté en Mortoares el libro que Manuel Vázquez llevaba escribiendo desde hace tres años bajo mis escasas sabidurias y malos consejos. Un libro homenaje a su viejo profesor de aldea y a aquellos tiempos tan llenos hoy de olvido. Emotiva la cosa. Mucha gente, mucha. Muchos recuerdos, muchas risas. Y volver a darle un abrazo a Maruxa, y a Guisande, y a Isabel y a Yitán, y a Arturo y a todos los de la aldea. Me han regalado un perro, casi una pulga, que enseguida ha hecho migas conmigo y que igual para Septiembre me traigo a casa. No levanta un palmo del suelo, es hembra y no tiene casi rabo: creo que voy a llamarle Baltasara.

Por otra parte informo que mi próximo libro se llamará definitivamente Harto de dar patadas a este bote. Es una selección de 90 sonetos que he escrito desde hace 25 años a hoy. Lleva un prólogo de José Antonio Rodríguez Álvarez "o Lobo", al que muchos conocéis y unas notas al final, bastante extensas, donde hablo de sus anécdotas y esas cosas. Lo edita Marino Gonzalez, en la colección De la Luna Libros, de Mérida. Ya he corregido pruebas. Espero que esté para Septiembre.

Ya solo me queda por decir que con el día de hoy llevo 44 días sin fumar.
Y sereno.

Gracias y besos

viernes, 9 de julio de 2010

1 ¡Felicidades, poeta!

Un jurado compuesto por Luis Alberto de Cuenca, Félix Grande, Eduardo Riestra, Jesús Urceloy y actuando como secretaria Victoria Bolós, ha otorgado por unanimidad, hoy, 9 de Julio de 2010, el Premio de Poesía "José Antonio Torres" del Ayuntamiento de Tomelloso, dotado con 2.000 euros y diploma, al conjunto de poemas titulado LA FELICIDAD, presentado bajo el seudónimo de ESCONDE LUCANOR.

Una vez abierta la plica resulta ganador el poeta JESÚS CALONGE, de Madrid y residente en Granada. El jurado destaca la intensidad dramática del verso, la construcción formal del mismo y el magnífico uso del lenguaje, testigo de su tiempo, dentro de las formas clásicas y modernas. Así mismo elogia la hondura y la expresividad de los poemas, no exentos de ironía y ternura.

Como muestra dejo este poema y felicito y vuelvo a felicitar a Jesús. ¡Bravo!¡Bravo!¡Bravo, poeta!

(Y gracias, siempre, amigos, por vuestra amistad imperecedera.)



DIDÁCTICA EXPRESS

Vine lloviendo un sábado, según
mi madre. Después tíos y aquel Seat
negro. Días de párvulos. Mi padre
mordía, creo que hice lo que pude.

En el colegio solo me enseñaron
a conducir la vida con el ansia
de un kamikaze. Nunca se apostó
por mi. Dieron sardinas al sumiso.

Vas creciendo, más cursos, ellas hablan.
Al principio me daban igual, luego
cuando las necesitas saben irse.

Después pizzas, café de las exnovias,
sonreír de mentira y sobre todo
no tener sueños antes de dormir.

viernes, 25 de junio de 2010

0 Algunos poemas casi tristes 22

Hecho el de dos y el de tres, viene el de cuatro.


Demonización del arte
(soneto en tetrasílabos)


Para Pipe.


De estos versos
que hoy conjuro
desfiguro
sus anversos:

son dispersos,
y es seguro
que en lo oscuro
más perversos.

Su cadencia
no presencia
la distancia.

Y en esencia
sólo es ciencia
su fragancia.


urceloy / junio de 2010

miércoles, 16 de junio de 2010

1 Algunos poemas casi tristes 21

Revisado y con correcciones y adendas creo que lo voy a dejar así. Salud y buenas vibraciones.



Redención por la música o esto tampoco es poesía


“No nos engañemos: Bach no escribió sus obras para pasar a la posteridad, sino para dar de comer a su familia.” Peré Bardagí


con la conciencia incómoda las dudas
poco estimables del conocimiento
aprendido tus pasos la ceguera
de tanto Pink concesión Floyd al trance

curricular y adulto Bach te espero
y te comento Wagner te desnudo
Albinoni te miento Kavalevsky
te adoro Mahler te arremeto Schoemberg

rompo Tchaikovsky finjo Bruckner piso
Scriabin voy Varese y doy Vivaldi
a todo el que patán se desconcierta
a quien renuncia a quien me mortifica

a quien desnuda el aria y se hace suite
a quien nos lleva al tango del proscenio
a todos los que Gerswhin se acojonan
ante la duda Holst que ha de ofenderte

Offenbach Shostakovich Ravel Falla
Alan Parsons The Beatles Jethro Tull
Mertens McKennitt Haydn Part Yes Copland
Perotín Arcadelt y el tiempo huído

y ahora ponme a satie siempre en minúscula



urceloy /junio de 2010

sábado, 5 de junio de 2010

2 Algunos poemas casi tristes 20

Había que intentarlo alguna vez. Poetas como Herrera, Hierro o Palacios, lo habían hecho ya. Parece fácil, pero no. Sobre todo si aplicas sus dosis de rigor académico y una pizca de humor. Y a ver si en días sucesivos me hago todos los metros clásicos.

Otro don de la ebriedad
(soneto con monosílabos)


Para O Lobo


Pon
sin
fin
ron.

Con
ruin
gin
non.

Ten
buen
mal:

¡Ven
al
grial!


urceloy / junio de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

3 Algunos poemas casi tristes 19

Creo que este poema ya venía siendo necesario.


La creación del mundo
(Elegía)


cuando comenzó el aire
ya sabía contar embutir el pescado cuartear el vino
ya sabía los nombres de las cosas redes sábanas espejos
y en el nombre de Dios rezaba
apoyado en la amura de rodillas
por sus padres su novia
y un amigo de Rosas que le vino a explicar
el azar de las rayas de la mano

cuando comenzó el agua
supo de la existencia de las nubes
que cortan en rodajas los ojos del jaguar
supo de la nostalgia del insulto
cuando se ha de olvidar un cuerpo y otro
que ha de venir entre las líneas corvas
de la mano extendida

cuando surgió la tierra
desconectó su móvil dejó abiertas
la ventana que daba al jardincillo
la caja de cartón con la ropa ya usada
y sin pudor vistió su carne tibia
con el cíngulo amado y los caminos
de su mano y su astucia

cuando comenzó el fuego
libre desde la voz la patria el cristianismo
libre por la ventaja de olvidar
por su matriz inmaculada
desde la profesión del infinito
escuchó a Dios rugir entre sus manos

todo esto lo sabía
desde antes de su muerte
Julio César Navarro poeta Guadalajara
ascendió solo a los cielos pero antes
de desaparecer sopló un poco de polvo
que había entre sus manos
y creó el mundo



urceloy / mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

4 Cuentos y baladas del viejo espacio 1

El otro día, revisando algunos cartapacios de la era de Cleón VII, el tirano más conocido de la galaxia M38p45, cuya capital curiosamente siempre estuvo en el minúsculo planeta Dorxis, encontré la siguiente historia. Y aunque me temo que pueda ser un plagio de otras miles –lo que me asegura que la literatura es pura repetición, aunque repetición entretenida- quiero aquí rescatarla:


El relato del robot grasiento

Una nave comercial de la Confederación de Antarés, que hacía la ruta Antarés – Gildeon IV, tuvo que detenerse en la estación de tránsito Apogea por un pequeño problema de sobrealimentación. Los circuitos vectoriales de magaespacio estaban al rojo vivo: nada que no pudiera arreglarse con unas horas de descanso con los motores a cero. Una vez que estacionaron la nave, sus dos tripulantes, el piloto y el maquinista, bajaron a la cantina de la estación a pasar el tiempo. Apogea es una estación de tipo 5, ni buena ni mala, sus carburantes geosólidos no son gran cosa y el servicio que dan sus androides raya con lo habitual.

Cuando llevaban unas horas descansando y se acercaba el momento de retomar la marcha, uno de los robots de protocolo, que hasta entonces había estado en silencio sobre un pequeño charco de grasa, se les acercó y les dijo:

- Mi nombre es Fix, soy un robot de protocolo de novena generación pluviana. Pertenezco a la nave Doffler, de Asínor, en la confluencia externa de Gildeon. El comandante de mi nave tuvo que dejarme aquí por problemas arancelarios con el anterior gestor de la estación. Prometió volver a buscarme cuando la dirección cambiase. De eso hace ya nueve años y no ha vuelto. Sé que mis funciones están obsoletas y que necesito una buena revisión, pero me gustaría regresar junto a los míos. Mi carga de litio enriquecido se está acabando y no sé si veré otra generación. Según les he oído hablar sé que pasan cerca de mi planeta. No les pido que me acerquen a la superficie, sin embargo, ¿podrían dejarme en su exterior? Desde allí puedo enviar un mensaje para que alguien me recoja.

El maquinista, que era hombre de gran corazón, sin pensárselo dos veces contestó que no habría ningún problema. Efectivamente, dijo, su ruta pasaba cerca y además el proceso de proximidad, frenado y retropropulsión, del que hacía meses no hacia un test exhaustivo, le serviría a las mil maravillas a la hora de, en un futuro, pasar las pruebas de puesta a punto de la nave. Sin embargo, el piloto era de otra opinión.

- No te das cuenta – le dijo al maquinista- que estos robots siempre van perdiendo grasa. Aún peor, con que sólo rozasen una de las paredes de nuestra nave, las emisiones ultravioleta de sus cerebros microgénicos podrían alterar nuestro mecanismo de proyección bilateral. Es más, nuestras relaciones comerciales con Asínor están en su peor momento. Desde que sufrieron aquel macromaremoto de fuerza seis su economía ha caído en picado y no tienen un mal tornillo con que pagar siquiera un envío de piroxita. No hacemos ningún negocio con ello. Incluso si se enteran en la Confederación seremos el hazmerreír de toda la galaxia.

El maquinista le dijo que tenía razón, pero que en el fondo no les costaba nada acercar al olvidado robot a su casa.

- Además –dijo el maquinista- si le encerramos en el hangar de la basura a gravedad cero y luego lo soltamos con una eyección simple no tiene porqué tocar ninguna pared, y la grasa que suelte permanecerá siempre a su lado.

A regañadientes el piloto aceptó. Una vez llegados a las cercanías de Asínor, el maquinista comprobó los diversos mecanismos con un resultado más que satisfactorio, abrió el hangar de la basura y eyectó con toda limpieza al viejo robot al espacio. Durante unos segundos escucharon en la radio de corto alcance una pequeña sinfonía de ruidos y ondas bien temperadas con que el robot les mostró su agradecimiento. Después se hizo el silencio y siguieron su viaje hasta Gildeon IV, donde arribaron varios días después, sin ningún percance que reseñar en el cuaderno de bitácora.

Sin embargo el piloto no había dejado en ningún momento del viaje de amonestar al maquinista por su actitud. Y nada más tomar tierra en el espaciopuerto, sin esperar siquiera a la firma de entrega de material, salió corriendo hacia el salón de convenciones, donde sabía que su jefe comercial los esperaba, para contarle con todo lujo de detalles la historia del robot y el maquinista.

El jefe comercial, que era persona de pocas palabras y de una experiencia famosa en varios miles de parsecs a la redonda esperó pacientemente a la llegada del maquinista.

- A partir de hoy –les dijo- trabajaréis por separado. El maquinista podrá elegir siempre el vuelo y la nave que desee, y tú, piloto, sólo los viajes que yo te asignaré.

- ¿Porqué? – dijo el piloto, sabiendo que aquella decisión ponía un borrón en su hoja de servicios.

- Porque el maquinista, aunque en principio no sacó para nosotros beneficio alguno, cumplió su palabra y dejó al robot en Asínor. Tú, sin embargo, aún lo llevas encima, con toda su grasa cayendo sobre ti.


Urceloy / mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

6 Pornomanía del yo 10

Pues sí señoras y señores. Hoy cumplo 46 del ala del sombrero, y ayer un grupo de poetas de mi clase de los jueves y algún infiltrado de los martes, con esa alegría de los buenos amigos, esperaron hasta que dieran las 12 para atracarme el alma a besos y regalos. Entre ellos un sombrero que es toda una hipérbole y que anuncia a tres mil millas de distancia que ya ha llegado el Carnaval. También una almohadilla preciosa, un Panamá que habrá que ir a descambiarlo -quien se chivó de mi cabezón se pasó en el cabotaje, que tengo mucha mocha, pero no tanta- y una pluma de esas que sólo saben hacer los franceses y que me obligará a escribir algún que otro soneto lobuno y modernista.

Y hablando de sonetos, así, por lo pronto, aquellos noctámbulos se entregaron a componerme entre todos un soneto express que coloco aquí mesmo, y agradezco y no dejo de maravillarme. Gracias a todos, a todos, a todos, a todos.


Todo 7 de mayo, dice el cuento
que entre haikus y tankas, bien pausado
el verso y su cadencia, deja helado
este Urceloy al Sol, incluso al viento.

Decidle que nos rime con pimiento
y que se suba presto a ese tejado,
y que el violín le suene derrocado
con el sombrero azul del barlovento.

Dadle una estilográfica romántica
siempre con alegría, y que el bigote
rompa con su nostalgia nigromántica.

Que la luz cambie, sufra y no se note
la costumbre feliz de la semántica
y el sortilegio cruel del estrambote.

lunes, 3 de mayo de 2010

2 Antología personal 7

Probablemente el genial poeta Basho, al que se le atribuye la creación del Haiku, tenga la mejor definición de ésta siempre enigmática y bellísima modalidad estrófica: "lo que ocurre aquí ahora". Un tiempo después -el tiempo realmente no existe y nos dejamos engañar por los relojes-, Blyth dice también: "El Haiku es una nada inolvidablemente significativa". Por razones que sería muy largo contar aquí yo creo que Haikus, lo que se dice Haikus, sólo los pueden hacer los japoneses. Y cualquier cosa que hagamos los occidentales con nuestros sencillísimos idiomas no llega a la altura de una coma del más simplón de los Haikus nipones. A lo sumo lo que nosotros hacemos son simples soleás sin rima, aunque nos midan 17 sílabas. Hacemos trampa.

Uno de los más hermosos Haikus que conozco lo compuso el monje budista Taneda Santoka (1882-1940) y fue escrito en una de las variantes estróficas más difíciles, pues reduce de 17 a 13 los golpes de voz, sin quitar ni un ápice el resto de obligaciones formales y de pensamiento que requiere un buen Haiku. Lo pongo con su transcripción sonora, por si queréis disfrutar un poco más de esta insignificante eternidad. (Recordad que el español y el japones se pronuncian de manera muy parecida, y que seguimos métricas similares.)



Taneda Santoka

Akikaze aruite mo aruite mo
(A-ki-ka-zea-ru-i-te moa-ru-i-te mo)

Viento de otoño.
Da igual cuánto camine.

lunes, 26 de abril de 2010

1 Algunos poemas casi tristes 18

La biblioteca amada


para Marisol

A veces, al buscarte entre los libros
que pueblan esta casa, no te encuentro:
miro entre los estantes una vez
y otra más. Un millón. Hasta me aburro

de mi torpe memoria. Desde el lado
misterioso y sensual de aquel espejo
que hay junto a la entrada, veo a un tipo
igual que yo, que se sonríe. Él guarda

el secreto rincón donde te esconde
de mi búsqueda loca y sin objeto.
Sin embargo sucede que unos días
después llegas a casa, y cuando busco

ya estás aquí. Rebosa cada cuarto
con tu sonrisa abierta, y el sujeto
ese que vive al otro lado pone
cara de circuntancias si le miro.

(Pero es buena persona, me recuerda
alguien que ya conozco vagamente.
Tendré que investigarlo). Tú me llamas
desde un estante, y en silencio indago

el lugar de tu voz. Te veo. Caminan
mis manos por tu piel, abro tus páginas
y me sumerjo en ti. Y cada lunes
finjo que te has marchado y no te encuentro.

urceloy / 2010

miércoles, 21 de abril de 2010

0 Antología personal 6

Me comunican hoy que este viernes noche, Día del libro, se va a conmemorar la figura y la obra de Góngora en el Ateneo de Madrid. Igual me paso, porque a mi Don Luis, que de joven me caía como un plomo ahora resulta que me parece de lo más simpático. Es como el latín, que cuando te obligan a estudiarlo lo aborreces y cuando ya nadie te va a examinar de Salustio, te encanta. Al menos a mi y a unos cuantos que conozco les pasa parecido. Don Luis de Góngora y Argote es un poeta grande y genial y tiene un humor muy fino, hoy diríamos que muy inglés, por eso cuando se le compara con Quevedo hace reír menos: porque Don Francisco es más de pedrada en la boca, es más a la española. Como soy uno de esos pocos poetas que reivindican el humor, el buen humor, en la poesía y lo digo en voz alta, quiero traer a estas páginas uno de esos magníficos sonetos del poeta cordobés, que mezcla risa, sonrisa, buen hacer, su poco de humildad y su mucho de hondura y que nos hace sentir que tras el chiste también va la inteligencia. Es un magnífico poema para estos días de crisis.

Ah, y tengan cuidado al leerle, que algunos acentos van cambiados.


Luis de Góngora y Argote
En la partida del Conde de Lemos y del Duque de Feria a Nápoles y Francia

El conde, mi señor, se fue a Napoles;
el duque, mi señor, se fue a Francía;
príncipes, buen viaje, que este día
pesadumbre daré a unos caracoles.

Como sobran tan doctos españoles
a ninguno ofrecí la Musa mía;
a un pobre albergue, sí, de Andalucía
que ha resistido a grandes, digo Soles.

Con pocos libros libres (libres digo
de expurgaciones) paso y me paseo,
ya que el tiempo me pasa como higo.

No espero en mi verdad lo que no creo;
espero en mi conciencia lo que digo,
mi salvación, que es lo que más deseo.

domingo, 18 de abril de 2010

3 Algunos poemas casi tristes 17

Este poema apareció publicado hace poco en la página web Los proscritos. Ha sufrido desde entonces algunas correcciones: el títúlo, algún topónimo, un cambio en las preposiciones y finalmente una sutil disposición versal. Los poetas, que somos así de puntillosos. Como es un poema casi triste, aquí esta su sitio.


Locus amoenus

Villa de San Segundo, Salvatierra,
León, Santurce, Santander, Logroño,
Fresno de Formigal, Vendrell, Gijón,
Criptana, Tomelloso, Azir, Sevilla,

Cadalso de los Vidrios, Eugui, Soto
de Sajambre, Las Hurdes, Fuentebuena,
Béjar, Ávila, Burgos, Amavida,
Hervás, La Luz, Motril, Carrión, Mortoares,

Santibañez de Tormes, Robrigordo,
Puerto de Santa Cruz, Yepes, Castuera,
Zaragoza, Real de San Andrés,
Calatorao, Calatayud, Arnedo,

Faro, Ayamonte, Onís, Vega del Segre,
Machocano, Getafe, Salvadiós,
y más al norte Noientendelsau,
München, Ansbach, Ginebra, Passau, Freissing,

Markóbendorff, Dachau, Inssbruk, y muchas
donde lloré, reí, canté, hice el tonto,
amé… Pero de todas hoy me quedo
(qué inútil la nobleza de los sitios)

con la esquina de Algodre con Alfaro,
Carabanchel, Madrid, 12 de Julio
y la pedrada que me dio Manolo
en milnovecientossetentaydós.


urceloy, 2010

domingo, 11 de abril de 2010

0 Algunos poemas casi tristes 16

El siguiente poema apareció publicado en mi libro "El libro de los Salmos" allá por 1997. Por entonces, influido por e. e. cummings y otros autores, no le puse puntuación. La variante con el que ahora transcribo es que le he puesto las comas, los puntos, etc.


Salmo 18 (Los libros)


Se sabe de los libros,
cuando la tarde es breve y la luz pasa
vertical, que se leen con dulzura
como si de un tratado,
una alianza de paz, un beso inoportuno
fueran: mano y libro un hombre
y otro hombre que nos mira, al que miramos.

Se dice que responden
a una llamada ingenua o imperiosa,
que gustan con el trato, pero
no agitan las palabras, ni se ponen
a brincar al sonido de las llaves
en la puerta: que de vez en vez
abandonan la casa para nunca
más, en los brazos de otros hombres,
que no alborotan, que no son, que nunca sufren.

Hay manos en las noches,
como cortinas y encajes de un sexo
distraído, que buscan en sus páginas
restos de algún adiós: se sabe
de los libros que se dejan
besar, tocar, amar como los cuerpos,
que son cuerpos -me dicen- de otros hombres,
que definen su sexo según sea
el lector y la historia y su contorno.

Me digo que no sé qué son los libros:
hablo para mi muerte y mis amigos
muertos: pido al viejo
hacedor de las cosas
el milagro de vernos reunidos
otra vez: en un carro,
en una cripta, en un baúl, en una hoguera.

Que una mano inexperta o imperiosa
nos pida la palabra, y así hagamos
un nuevo contertulio: nos describa
su rostro y le miremos y nos lea.



Jesús Urceloy

sábado, 10 de abril de 2010

2 Antología personal 5

Se atreve Salinas. a raíz de su edición de la poesía de San Juan de la Cruz, (véase al respecto la magnífica edición que ha sacado recientemente Cátedra en tres nutridos tomos de la completa de don Pedro) a decir que no hubo ni habrá poeta en español -y en el saco se incluye con finísima ironía y humildad- que haya cantado al amor como nuestro místico por excelencia. Es más, llega a decir que hubiera dado toda su obra a cambio no de haber escrito el maravilloso poema que hoy recojo en esta pobre antología, La noche obscura, sino sólo la quinta lira, en cuyo trazado y contenido, halla el momento de mayor intensidad amorosa de nuestra literatura. No voy a discutirle yo, a estas alturas, a don Pedro tales afirmaciones, que ya le valieron el sabroso comentario del de Iria-Flavia cuando sospechaba producto de "ciertos arrebatos americanos, algo de imprudencia y mucho insomnio", pero tampoco quitarle un ápice de su dolorido sentir, en el que desde hace ya un tiempo, también quiero incluírme. A mi esta Noche obscura del alma me parece tan hermosa, tan intensa y tan única como a Salinas, y no sé que hubiera dado no por escribirla, sino por haberla soñado.

Juan de la Cruz
La noche oscura

Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.

En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

miércoles, 7 de abril de 2010

1 Antología personal 4

En la sana razón de esta antología y haciendo revisión de papeles he encontrado este poema de Vicent Terrida, que fue alumno mío por los años en que fui profe en la universidad, e inseparable amigo entonces de Antonio Rómar, con quien no sólo compartía pupitre, sino juegas y buenas lecturas. Como el contacto nunca se rompió le he pedido permiso para publicarlo, y aunque me dice que está ahora mismo preparando su primer libro y hasta ahora no ha querido adelantar nada de él, le parece esta ocasión excelente, lo que honra mi pobre página. También me dice que publique esta versión, que está corregida sobre el original que tengo, y que me parece excelente. Gracias, Vicent, y a ver si un día de estos te atreves a dejar por unas horas esa Valencia que tanto amas y de la que nunca sales, y te vienes a Madrid, con ese corazón tan tuyo y lleno de abrazos.

Vicent Terrida

Arturo razona sobre un tema anónimo oriental


No confundas, jinete, el galopar del caballo

con los latidos de tu corazón”

Anónimo


Acusado por ciertos caballeros

de alguna negligencia, de asistir

poco a las justas, de no renovar

las leyes en la Tabla, repetirme

en los discursos, y lo que es peor,

con los mismos ejemplos, o contar

los mismos chistes en todas las fiestas,

de no promocionar en otros reinos

la cortesía de los esforzados

o la destreza de los más valientes,

según me dicen hacen los monarcas

de allende mis fronteras, que he llegado

al extremo impensable de pedir

perdón por cada vaso que se rompe,

según algunas damas llorar mucho

y asumir como propia mi vergüenza,

convicto y desarmado compadezco

ante este tribunal. Y por primera

vez en mi vida me declaro triste,

torpe, inservible, inútil e inocente.

En mi descargo añadiré ante aquellos

que me juzgan ahora, la alegría,

la humildad y la fama y el amor,

que Camelot honró bajo mi nombre.

Y que muy lejos

de aceptar veredictos me pronuncio

en rebeldía y ser

exactamente igual, hora tras hora,

a como he sido siempre. A fin de cuentas

estas voces deudoras con el tiempo

tienden a enmascararse en el olvido.

Aunque sus versos se confundan hoy

con los latidos de mi corazón.

 

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