sábado, 30 de enero de 2010

9 Pornomanía del yo 9

Tiene razón mi amigo Sulle cuando dice que sigo triste. Pero no se trata de tristeza sino de tristura, que es más un estado interior que se te cuela hacia afuera aunque esté más contento que un saco de lentejuelas. Me vistió la Marisolilla -yo quería ir de zángano- y me puso la camisa y la chaqueta, y el sombrero nuevo estilo New York siglo XIX, que bien podría haber usado Daniel Day-Lewis en "La edad de la inocencia". La pajarita negra, una de las pocas que aún guardo de mi época de cantante lírico, me la puse yo. Y así -aunque no pude llevar algunos textos a última hora por fallo de mi impresora- partimos alegremente a Chez Escarpa para el recital.

Agradezco infinitamente, con las tripas y las vísceras al aire, con la piel a la flor, y os quiero un montón a todos los que os pareció oportuno escucharme ayer noche recitar mis poemillas. A menudo pienso que hay que estar un poco loco para ir a ver a un poeta recitar sus versos. Y muchas más de las prudentes siento que -dejadme esta minúscula verdad- no valgo mucho la pena y ando nervioso por de dentro y pienso si no he saludado a todos como se merecen, si aún me estoy comportando con un ego a la grande y todo eso. Sí, es verdad, me habré subido al escenario cientos de veces y aún así, me recuerdo como aquella vez en que con 14 años me hicieron salir a un teatro a leer un poema y acabé meándome en los pantalones. Esa sensación de infinita vergüenza no se va nunca, por mucho detergente que te hayas metido entre peto y bragueta.

Luego la cosa va saliendo, y uno entra en calor y color y aunque procuro ceñirme al horario siempre acabo pasándome media hora. Es una sensación de tanta alegría interior, cuando comprendes que estás comunicando, cuando sabes que hay una unión verdadera entre pensamiento y palabra, que entonces no me doy cuenta de mi, pierdo el yo, gano el nosotros y entonces sé que ha merecido la pena llegar hasta aquí y que me debo a esto y que en esto soy mejor que en cualquiera otra medida, y os lo debo y os quiero y os besaría a todos.

Después, cuando el recital acaba, caigo en pequeños errores y en pequeños dolores. No haberle dedicado un poema a Marisol, que sé que le gusta mucho que lo haga, tal vez haber leído más cosas de talante alegre que serias, acaso porque creo firmemente que la poesía no está para amargarle la fiesta a nadie, sino para ser con todos, y que la risa no debe ser excluida de lo poético. Y también cierto dolorido sentir: por algunas personas, algunos amigos, que no han venido, que hace tiempo que no vienen a mis actos, a los que sospecho que ya mi verso no dice nada, sin entender, en el fondo que uno también falla en otras ocasiones. Que eso de que se te reunan en un local todos aquellos con los que amas sólo sucede en un poema de Luis Alberto.

Me queda esa tristura de que Julia no esté conmigo, que no quiera compartir conmigo estos momentos con aquellos con los que quiero, que no la vea desde hace meses. Que su adolescencia, por mucho que me repitan que es cosa pasajera, que es natural, que así son las niñas, que todo ha de pasar con el tiempo, es un pequeño dolor que voy llevando lo mejor que puedo, esa tristura interior que no se redime llorando frente a un muro y que sólo se cura con una llamada y con un abrazo.

El CD que ha grabado Escarpa con mi voz y mis poemas está muy bien. Tendré que pedirle que haga más ediciones para llevarlo a clase, por si queda por ahí aún algún loco de los míos.

Me lo pasé muy bien en el recital, me sentí arropado y sé que los que no vinieron de alguna manera también estaban ahí. (Aunque no se me va de la cabeza pegarles un cariñoso tiróncillo de orejas). Llegamos a casa, nos acostamos en seguida y ahora, según acabe esta entradilla, nos vamos a pasear, que ha salido el sol.

A menudo me viene a la memoria esa cita de san Anselmo que dice que cuando le preguntaron qué era un amigo respondió: un otro yo. Por lo tanto, muchas gracias, amigos, muchas gracias, mis yos.

9 comentarios:

  1. Un amigo es alguien con quien te atreves a hablar como contigo mismo. (Cicerón)

    Siento no haber acudido ayer. Pero sabes que siempre celebro tu voz y tu verso. Me alegro por ese CD.

    Recibe un abrazo bálsamo para esa tristura.

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  2. ¿Qué yo te puse la pajarita? Pero si es horrrrrrible...
    Quiero decirte lo que no te digo: estabas muy guapo y el recital resultó estupendo.

    Y a ver cuándo se va
    esa tristura loca
    que nos rompe los dedos
    y los deja desnudos.

    A ver cuando nos deja
    que sintamos como antes
    las uñas en la piel,

    A ver, cuando, a ver,
    si aún nos queda tiempo.

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  3. Kerido maestro:

    Por mí parte siento no haber acudido a tus últimos recitales, por tí y por mí, ya que me pierdo unos grandes momentos, tanto como didácticos, como llenos de magia y sobre todo tu voz, tu ternura, tu manera de mirar cuando lees.
    Una vez te dije que te iba a seguir siempre allá donde fueras y así lo haré ,no pienso perderme ninguno más. Sabes que te kiero con locura, que aquí estoy, aunque últimamente haya estado un poko distante, miles de disculpas, espero que la pena que tienes dentro, se pase, que siempre se acaba pasando, te lo digo como experta de poemas grises. Bueno que en resumen que te kiero y ke estoy ahí para lo ke sea. Miles de besos.Jelen

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  4. Para mí esta interacción Poética (y véase maría Zambrano) forma ya parte imprescindible de mi alimentación.

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  5. Iba yo a publicar un texto muy sentido -y cursi- sobre el mensaje de Urce y la respuesta de Marisol. Pero, he llegado tarde. Mortiblú se lo ha comido todo, porque todo forma parte de alimentación.

    A lo que íbamos: me he sentido identificado con las tristuras del Urce. Debo reconocer que, para no ser gallego, Urceloy hace maravillas con sus tristezas y, a veces, con la nuestras.

    También me han enternecido los versos de Marisol.

    Recibid todos los besos más indecentes del

    Sulle

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  6. Ayer como parte de la resaca poética, me metía con Berenice en el sofá... y resultó bien. Se acostumbra uno facilmente a tener resacas poéticas. Se mezclan a partes iguales tristuras y galanuras, una pizca de vodka en sexta, tomate agitado no mezclado y voilà: Berenice.
    Cuando llegue el tiempo, que llegará, de las muchachas en flor, también brindaremos, también.
    Obrigado y embebido.
    Suyo Lobo

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  7. Para los paralelos, las gentes virtuales (cuya tentación on line sólo sirve para tejer posibles imposibles) para los menos yo-yos (como yo), reivindico una agenda intangible un algo de evento caducifolio, un aviso hecho con cuatro vientos, una esquinita para un eco byteano.
    Que siempre nos gusta paladear el mismo aire de nuestros admirados y salir por patas antes del recuento de rutina con la retina.

    POs eso, que si no me explico, avise, coño, avise, que a mí me hubiera molado ir, mogollón.

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  8. Que no se me ponga triste profe, con lo bien que se le da contagiar el optimismo y la risa y cuanta donosura para describir la tristeza.
    Pues eso que una se hace planes para ir a ver a un poeta que le encanta y siempre pasa algo o llega alguien que lo ... Pues eso que no se me ponga triste y muchos besos. Loli Mendoza

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  9. Tenemos que resarcirnos con una buena comida en esta mi humilde morada, como hablamos. Concretamos en privado. Un abrazo abrazo de verdad.
    (Ah, y no traigas vino ni postre; prefiero un cedé;-)

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