San Anselmo de Canterbury es reprendido por sus superiores por recitar salmos en voz baja. Madrigal.
Dentro de este poema
viento de sed, salitre y no gemido
un verso a media vida se ha escondido.
Si en su cadencia loca
tu ritmo ha de brillar claro y sonoro
no dejes que ese coro
de necios te silencien por la boca.
Como el viento en la roca
dentro de este poema
la voz susurra y a su tiempo quema.
urceloy / octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
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