Los años de elecciones
Los años en que sabía que iba a haber elecciones estaba la mar de contento, y no discutía con nadie y daba gusto verlo, tan afeitado y sin discutir. Hasta la enfermera del turno de tarde lo decía:
- Lo que a usted le gusta es votar, eh?
Cuando llegaba el día se acercaba al colegio electoral y se quedaba frente a su mesa. Antes había cogido la papeleta y el sobre, que había mojado lo suficiente para cerrarlo. Y a esperar el momento.
A la noche, en la residencia, se lo decía al compañero de cuarto: solemne pero sin perder la alegría.
- Don Justo Fernández y Ortíz – Había dicho el presidente.
- Para servirle a Dios y a usted – Contestaba.
- Vota
Y se le humedecían los ojos pero no conseguía que cayése la lágrima.
- La próxima será – decía para sí – la próxima...
urceloy / febrero de 2009
Los años en que sabía que iba a haber elecciones estaba la mar de contento, y no discutía con nadie y daba gusto verlo, tan afeitado y sin discutir. Hasta la enfermera del turno de tarde lo decía:
- Lo que a usted le gusta es votar, eh?
Cuando llegaba el día se acercaba al colegio electoral y se quedaba frente a su mesa. Antes había cogido la papeleta y el sobre, que había mojado lo suficiente para cerrarlo. Y a esperar el momento.
A la noche, en la residencia, se lo decía al compañero de cuarto: solemne pero sin perder la alegría.
- Don Justo Fernández y Ortíz – Había dicho el presidente.
- Para servirle a Dios y a usted – Contestaba.
- Vota
Y se le humedecían los ojos pero no conseguía que cayése la lágrima.
- La próxima será – decía para sí – la próxima...
urceloy / febrero de 2009