20 de Marzo de 2011
Cuando se arreglan los corazones rotos
un segmento de tiza un arroyo sin yermos
una cortante música de fiesta
engarza los pedazos
los une los acuna los llena y nuevamente
deja para la suerte un respiro una audacia
una serena lógica que ha de volver haciéndose
cuando se da respiro y el abrazo aparece
y es un abrazo firme y bueno
y se recortan los bordes acerados y algunas limaduras
y buscamos los límites ajados de la herida
para unirlos de nuevo y sospechar que encajan
pues antes de romperse fueron uno en el beso
en el diario a piel
en la luz habitada
no se debe dar nombres sino cerrar los ojos
y esperar que algún día también se arreglen esos
los que aún sangran lentísimos
los que son sangre propia
urceloy / marzo de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
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Me gusta mucho este poema, Jesús.
ResponderEliminar¿Por qué es el último?
MUACAS, GUAPO.
Ningún nombre, ni apellido.
ResponderEliminarSi los límites de la herida
fueron antes los de un beso,
basta con poner alas al aire
y dejar que el pájaro vuele.
Sin nombre, sin apellidos.
ni aún los nombre de la sangre.
Salud, suerte y un abrazo de un tal
Sulleiro
Me ha pareceido bien acabar ya con estos Poemas casi tristes y tal vez comenzar una nueva serie de Poemas casi alegres. Ya era hora. Besos, guapa. Y más besos, guapetón.
ResponderEliminarSin duda, un brillante colofón para ALGUNOS POEMAS CASI TRISTES.
ResponderEliminarUn poema soberbio; lástima que haya nombres que duelen tanto. Pero se arreglará, se arreglará, como los corazones del primer verso.
Un abrazo "firme y bueno".
Besos guapos a la guapa y a los guapetones.
Qué maravilla de poema!qué energía maravillosa hacia lo casi alegre...
ResponderEliminarjesús, me hace salir de mi escondrijo para hacerte la ¡ola!
Esperando que la primavera te traiga la cuasi alegría, porque la alegría se contagia...besos