Amanecí tardísimo. Producto de leerme unos cuantos capítulos del estupendo nuevo libro de mi amigo David Torres "Punto de Fisión". Y con un hambre feroz. Esto por no ingerir nada más que té desde las 6 de la tarde. Una nueva dieta que igual fracasa como las anteriores, pero tengamos fe. Luego escribí, perdón, corregí -que es una de las más fructiferas maneras de la escritura y que hoy, para desgracia de nuestra poesía, muy pocos poetas practican- varios poemas que tengo en el amarradero. Dos de ellos quedaron casi bien. Igual me atrevo y los leo este sábado.
Después de comer fui a Prado del Rey, a Radio Nacional, a grabar unos poemas. Javier Lostalé e Ignacio Elguero dirigen el único programa que queda de toda la radio nacional dedicado a la poesía: "La estación azul". El día 5 de Marzo, sábado, emitirán un programa donde hablarán de mi poesía. Gracias desde aquí mismo, Ignacio, Javier. Lo mejor estuvo cuando le propuse a una chica, creo que se llama Ana -yo siempre olvidando nombres- que leyera conmigo el soneto "Se veían". Ha quedado estupendo. Ya veréis. (Si gustais) Me trajeron de vuelta a casa en un Audi enooorme, con los cristales ahumados. Por supuesto que me miraron todos cuando me dejaron cerca del portal. Afortunadamente solo fueron unos segundos y no se me notó mucho el rubor.
Después la clase fue bien. Repartí algunos libros que Pipe me dio para mis alumnos -los que faltásteis os habéis quedado sin ejemplar, lo siento. Daniel trajo chocolatinas para celebrar la edición de su nuevo libro y jugamos a ser dadaistas con un Teatrillo de la Imaginación. No me quedé a las cañas. Tenía que rematar las clases de dentro de unas horas.
Ya es 23 de febrero y quiero felicitarles el cumpleaños a mis amigos Sulle y Maijo, que les nacieron en la muy recordada fecha, aunque no en el mentadísimo año. Y que tienen la suerte de tener unos corazones con freno y marcha atrás: es decir divertidos e imprescindibles. ¡Felicidades!
(Y decidle, si la veis, a Julia, que la quiero). Gracias.
Después de comer fui a Prado del Rey, a Radio Nacional, a grabar unos poemas. Javier Lostalé e Ignacio Elguero dirigen el único programa que queda de toda la radio nacional dedicado a la poesía: "La estación azul". El día 5 de Marzo, sábado, emitirán un programa donde hablarán de mi poesía. Gracias desde aquí mismo, Ignacio, Javier. Lo mejor estuvo cuando le propuse a una chica, creo que se llama Ana -yo siempre olvidando nombres- que leyera conmigo el soneto "Se veían". Ha quedado estupendo. Ya veréis. (Si gustais) Me trajeron de vuelta a casa en un Audi enooorme, con los cristales ahumados. Por supuesto que me miraron todos cuando me dejaron cerca del portal. Afortunadamente solo fueron unos segundos y no se me notó mucho el rubor.
Después la clase fue bien. Repartí algunos libros que Pipe me dio para mis alumnos -los que faltásteis os habéis quedado sin ejemplar, lo siento. Daniel trajo chocolatinas para celebrar la edición de su nuevo libro y jugamos a ser dadaistas con un Teatrillo de la Imaginación. No me quedé a las cañas. Tenía que rematar las clases de dentro de unas horas.
Ya es 23 de febrero y quiero felicitarles el cumpleaños a mis amigos Sulle y Maijo, que les nacieron en la muy recordada fecha, aunque no en el mentadísimo año. Y que tienen la suerte de tener unos corazones con freno y marcha atrás: es decir divertidos e imprescindibles. ¡Felicidades!
(Y decidle, si la veis, a Julia, que la quiero). Gracias.
Gracias por la felicitación, Urce. Te respondo tarde, pero no había leído tu blog hasta hoy.
ResponderEliminar(Por cierto -a efectos de felicitación, si nadie te ha prohibido que uses el móvil para hablar con los heterodoxos-, yo sigo teniendo los mismos números de teléfono por los que nos hemos comunicado centenares de veces. ¡Que no! ¡Que no es un reproche! Que es una broma)
Está muy bien esa alusión a J. Poncela, con lo de los cuatro corazones con freno y marcha atrás. (¡Qué prodigio el primer acto!).
Cuídate mucho.Un abrazo del
Sulleiro
Pues lleva usted toda la razon y en mañana mismo me enmiendo. Lo que pasa es que me apetecía dejarlo por escrito y a la vista, por si quedara por ahí alguna duda aún de nuestras relaciones renovadas y fructíferas. Y no le llamo ahora mismo porque entiendo que las cuatro menos veinte de la mañana no es hora ni prudente ni necesaria. Un abrazote.
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