Miércoles 19 de Agosto
Otro bonito día lleno de colorines en el mundo de Pin y Pon. Mañanitas floridas del buen agosto. Horticultura y jardín. Ten cuidadito con lo que dices, conejito. Las abejas pican, las avispas pican, los mosquitos pican, aquí vienen ¿cómo están ustedes? En la siguiente viñeta observamos cómo Peter Pan vuela hacia el mundo de Nunca Jamás. Ten cuidado, capitán, mi capitán. Las fotos de los viejos cadetes esperan la carga de la brigada ligera y Takamusha, el sabio eremita de las montañas, desconoce los latidos de las sirenas. Dale tomate, que nos vamos a otra playita preciosa, pitiminí y aventura, a conocer a los otros Huerta, a los Superhuerta, a los Maxihuerta, pobladores del orbe, príncipes, ingenieros, catedráticos, buena gente donde las haya, lontananza y abrigo, consuelo y organización. Y qué te han hecho los Huertas, digo yo. Sol, en este establecimiento no hay agua con gas, la cerveza sin alcohol está caliente, tómese un nestea y deje de molestar, gordinflón, si quiere le pongo un hielito y una rajita de limón, es un euro cincuenta, ahora váyase, métase en las duchas, tírese al mar, nadie le va a echar en falta capitán, mi capitán. Hala, vámonos a casita tralará larita, donde el manzano apunta al cielo y las estrellas son de verdad.
Jueves 20 de Agosto
Noticias llegadas de Madrid aseguran que la ola de calor les está achicharrando y que la diferencia entre las cuevas de Pedro Botero y la noche, es sustancial y mínima. Aquí, sin embargo llueve desde primeras horas de la mañana y sigue lloviendo. La ola de moscas se intensifica dentro de las casas y se ponen pesadas a más no poder, de tal manera que es mejor estar en la calle empapándose que dentro del restaurante comiendo. No todo es felicidad y donosura, y todo placer tiene su pequeño dolor. Al atardecer nos vamos a Llanes. Toca la OSPA (Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias) en la iglesia de Sta. María. Pese a que llueve a cántaros el recinto se llena. Obras de Mozart (Obertura de Las bodas de Fígaro), Grieg (suite nº1 de Peer Gynt), Suppé (Obertura Caballería Ligera), Chaikovski (Polonesa de Eugenio Oneguin) y Strauss (Vals Sangre Vienesa). Un programa poco exigente y de relumbrón, pero interesante, qué porras. Pese a que observo a varias familias con bebés y otros niños, no dan la nota. Sólo una señora se arranca a la percusión de abanico solista con Suppé pero al ver que de repente la obra varía y lo que ella sabe no es lo que se toca, siente que está haciendo el ridículo y se calla. La verdad sea dicha que suena la orquesta muy bien, y que su sección de cuerdas es muy buena, teniendo en cuenta que han debido venir la mitad de los músicos, más o menos. Como aplaudimos mucho nos dan una propina con un tema popular asturiano orquestado por el clarinete solista la mar de interesante, la pieza. Seguimos aplaudiendo y nos repiten En la cueva del Rey de las montañas, que es la última pieza de la suite de Grieg, y como insistimos, acabamos con la Caballería Ligera y salimos al trote de la basílica. Como creo que nos hemos portado bien nos vamos al Bodegón, quizá la sidrería más famosa de Llanes y nos tomamos unas gambas, unos bocartes y una ensalada de bogavantes. Volvemos a casa y nos quedamos sopa delante de un bodrio con Connery y la Zetajones.
Viernes 21 de Agosto
Calma chicha en el mar del norte. Mañana con alternancia de nubes y claros, alguna lluvia tonta, como siempre. Comida general de rancho en casa. Una parte importante de la tripulación anda amotinada por la idea del contramaestre de partir al interior en busca de una cueva algo escondida y de peor acceso. Al final vence su criterio y allá que parten bien pertrechados con una cuerda de tender la ropa y una linterna que a veces se apaga. Cuando ya se han ido recordamos que por la zona de la cueva no hay cobertura. Si no regresan a eso de las siete llamaremos a la Guardia Civil. La expedición regresa antes de las seis. Terreno embarrado, húmedo y resbaladizo. Posibilidades de éxito del fracaso cercanas al cien por cien. Tarde dedicada al bricolaje y a hacer la compra. La línea de flotación sigue bien.
Sábado 22 de Agosto
Marisol hizo un cocido de vértigo. Nos pusimos hasta el mástil de la bandera de señales. A la tarde noche llegaron un buen puñao de danzarines de diversos puntos peninsulares con guitarras y gaitas, castañuelas, flautas y tamboriles y hala, a bailar tres horas. Por lo demás yo estuve de lo más aburrido y pasota. Para darme a comer aparte. O casi. Leí mucho, eso sí y me dormí una maravillosa siesta.
Domingo 23 de Agosto
Por la mañana me terminé El perro de terracota, de Camillieri –ya he decidido leerme completa y por orden la serie del comisario Montalbano. Excelente. Del resto del día, lo mejor la cena en el hotel María Manuela: Ensalada abundante, bacalao fresquísimo y en su punto, bebida, café y una tarta de queso casera buena de verdad. 30 euros propina incluida dos personas. Mañana se proyecta, si el tiempo acompaña, subidita a patita a los Lagos de Covadonga.
Lunes 24 de Agosto
Hay dos maneras de llegar a los lagos de Covadonga. Una: carretera adelante hasta el santuario y allí coges el autobús (6 euros, ida y vuelta) que te sube a los lagos, ya que en verano –afán recaudatorio- está prohibido el acceso en vehículos particulares. Otra: meterse entre pecho y espalda siete kilómetros de caminos de monte con el coche hasta un remoto lugar llamado Camba y luego dos horitas, más o menos, de darle a la bota trochas y andurriales arriba (y lo mismo de vuelta). Afortunadamente está lloviendo y nos vamos a Gijón. Como ya está claro que en Asturias se come de puta madre paso de repetir el menú. Luego paseito de ida y vuelta por la playa de San Lorenzo que me recuerda al paseo de Las Palmas de Gran Canaria, visita a la ciudad vieja, compras diversas, cafés y muy bien, la verdad. La gente de estos sitios es amabilísima. En la librería Paradiso, que es de las más antiguas del lugar, encuentro para mi sorpresa un ejemplar de mi primer libro de poemas, nuevecito, en la sección de ofertas (3 euros) que me compro, ya que sólo me quedaba un volumen. También encontramos un ejemplar del Justine de Durrel, en primera edición y otro antiguo, de cuentos de Cervantes, que le hará ilusión a Luis Alberto cuando se lo regalemos, seguro. Parece que mañana quieren subir a los lagos esos. No sé qué haré.
Martes 25 de Agosto
Como buen cobarde que se precie decido no abandonar la nave y ver cómo el resto de la tripulación al completo se marcha montaña arriba. Parte de la misma asegura que será acción infructuosa pues aunque el día amaneció soleado divísanse brumas y nieblas en lontananza, pero el que los capitanea dice no se qué de gaitas templadas y parten en decidida formación a la conquista lacustre. En la soledad de mis reales aprovecho para vestirme con total parsimonia, acicalarme con lentitud propia de galápago y sentarme ante el ordenador para escribirle a Pochi, el hijo mayor de Alfonso y Clara, un cuento que ha le tengo prometido y ya soñado, pues no me gusta escribir nada que no haya soñado previamente. Hacia las dos recibo llamada de Antonio Rómar desde Madrid, lo que me congratula y mantenemos animada conversación. Un poco más tarde recibo llamada de Marisol anunciándome el fracaso absoluto de la expedición y que retornan al hogar debido a las temerosas inclemencias del tiempo, que amenazan empape irredento e inmediato. Aprovecho para acabar el cuento, que no me parece malo.
La comida bien, la siesta espléndida. Pequeño paseito posterior. Lo demás es repetirse.
Miércoles 26 de Agosto
Vamos a la playa calienta el sol chivirivirí poropopó. Olas. Surfistas. Algas para todos. A las tres al Buxu a comer, en el pueblecito llamado Niembro. Caro. Pero inmejorable. Rey (como una palometa roja) y Baixu (como el rape) a la plancha con aceite, ajo y limón, pescados cuatro horitas antes. Antes nos comimos una nécora para entretener la espera. Y para salir una tarta de queso y nueces de vértigo. 62 euros bien invertidos. Luego otra vez playa, unos se bañan, otros se toman un cafelito y se leen el periódico. De vuelta a casa, duchita y a ver a los primos de Marisol en su casita de dosmil habitaciones, luego nos iremos de cena y a tomar unas copas. Como no conozco a nadie me entretengo con el perro y me lo paso en grande: nos hacemos muy amigos y le prometo hacerle una visita en cuanto pueda.
Jueves 27 de Agosto
No logro encontrar mi pantalón bermudas preferido a cuadritos ingleses que tanto odia Marisol. Al final deduzco que me lo han hecho desaparecer. A las 12:30 salimos hacia Madrid. Nos llevamos el conejo. Ruta:
1. Carretera de Benia de Onís a Panes. Mucha curva y mucho precipicio con premio: entre los picos aparece, majestuoso el Naranjo de Bulnes. Impresiona. Dan ganas de no subirlo. No lo hacemos.
2. Autopista de Panes hasta Aguilar de Campoo. La ciudad de las galletas. En cualquier rincón huele a galletas. En la gasolinera también. El Pisuerga pasa por Aguilar para oler a galletas. Entramos a comer en un restaurante de la hosti tú: Gore Etxea se llama. Y la paella que hacen es de las de llorar: Por plato: cinco gambones, dos carabineros, una cigala, dos buenos trozos de calamar, unas veinte almejas y diez o doce trozos de rapé, ajo, pimiento rojo y ¡esto es lo increíble! arroz por debajo. Después me salto el régimen ante una torrija de las de bailarle un zorcico a la cocinera. Vino, café y a seguir llorando hasta Madrid. Nos dan una zanahoria para el conejo.
3. Autopista de Aguilar de Campoo a Madrid. Con parada en un pueblo que no recuerdo ahora para tomar un refresco, cerca de Aoslos, ya en provincia matritense, que dan ambos para hacer un chiste. Malo.
4. Llegada a Tirso de Molina a eso de las siete y media. 35 grados de mierda. Estoy por volverme a Asturias.
Se acabó el diario.
PS: El conejo, bien.
Jesús Urceloy / a 28 de agosto de 2009
Otro bonito día lleno de colorines en el mundo de Pin y Pon. Mañanitas floridas del buen agosto. Horticultura y jardín. Ten cuidadito con lo que dices, conejito. Las abejas pican, las avispas pican, los mosquitos pican, aquí vienen ¿cómo están ustedes? En la siguiente viñeta observamos cómo Peter Pan vuela hacia el mundo de Nunca Jamás. Ten cuidado, capitán, mi capitán. Las fotos de los viejos cadetes esperan la carga de la brigada ligera y Takamusha, el sabio eremita de las montañas, desconoce los latidos de las sirenas. Dale tomate, que nos vamos a otra playita preciosa, pitiminí y aventura, a conocer a los otros Huerta, a los Superhuerta, a los Maxihuerta, pobladores del orbe, príncipes, ingenieros, catedráticos, buena gente donde las haya, lontananza y abrigo, consuelo y organización. Y qué te han hecho los Huertas, digo yo. Sol, en este establecimiento no hay agua con gas, la cerveza sin alcohol está caliente, tómese un nestea y deje de molestar, gordinflón, si quiere le pongo un hielito y una rajita de limón, es un euro cincuenta, ahora váyase, métase en las duchas, tírese al mar, nadie le va a echar en falta capitán, mi capitán. Hala, vámonos a casita tralará larita, donde el manzano apunta al cielo y las estrellas son de verdad.
Jueves 20 de Agosto
Noticias llegadas de Madrid aseguran que la ola de calor les está achicharrando y que la diferencia entre las cuevas de Pedro Botero y la noche, es sustancial y mínima. Aquí, sin embargo llueve desde primeras horas de la mañana y sigue lloviendo. La ola de moscas se intensifica dentro de las casas y se ponen pesadas a más no poder, de tal manera que es mejor estar en la calle empapándose que dentro del restaurante comiendo. No todo es felicidad y donosura, y todo placer tiene su pequeño dolor. Al atardecer nos vamos a Llanes. Toca la OSPA (Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias) en la iglesia de Sta. María. Pese a que llueve a cántaros el recinto se llena. Obras de Mozart (Obertura de Las bodas de Fígaro), Grieg (suite nº1 de Peer Gynt), Suppé (Obertura Caballería Ligera), Chaikovski (Polonesa de Eugenio Oneguin) y Strauss (Vals Sangre Vienesa). Un programa poco exigente y de relumbrón, pero interesante, qué porras. Pese a que observo a varias familias con bebés y otros niños, no dan la nota. Sólo una señora se arranca a la percusión de abanico solista con Suppé pero al ver que de repente la obra varía y lo que ella sabe no es lo que se toca, siente que está haciendo el ridículo y se calla. La verdad sea dicha que suena la orquesta muy bien, y que su sección de cuerdas es muy buena, teniendo en cuenta que han debido venir la mitad de los músicos, más o menos. Como aplaudimos mucho nos dan una propina con un tema popular asturiano orquestado por el clarinete solista la mar de interesante, la pieza. Seguimos aplaudiendo y nos repiten En la cueva del Rey de las montañas, que es la última pieza de la suite de Grieg, y como insistimos, acabamos con la Caballería Ligera y salimos al trote de la basílica. Como creo que nos hemos portado bien nos vamos al Bodegón, quizá la sidrería más famosa de Llanes y nos tomamos unas gambas, unos bocartes y una ensalada de bogavantes. Volvemos a casa y nos quedamos sopa delante de un bodrio con Connery y la Zetajones.
Viernes 21 de Agosto
Calma chicha en el mar del norte. Mañana con alternancia de nubes y claros, alguna lluvia tonta, como siempre. Comida general de rancho en casa. Una parte importante de la tripulación anda amotinada por la idea del contramaestre de partir al interior en busca de una cueva algo escondida y de peor acceso. Al final vence su criterio y allá que parten bien pertrechados con una cuerda de tender la ropa y una linterna que a veces se apaga. Cuando ya se han ido recordamos que por la zona de la cueva no hay cobertura. Si no regresan a eso de las siete llamaremos a la Guardia Civil. La expedición regresa antes de las seis. Terreno embarrado, húmedo y resbaladizo. Posibilidades de éxito del fracaso cercanas al cien por cien. Tarde dedicada al bricolaje y a hacer la compra. La línea de flotación sigue bien.
Sábado 22 de Agosto
Marisol hizo un cocido de vértigo. Nos pusimos hasta el mástil de la bandera de señales. A la tarde noche llegaron un buen puñao de danzarines de diversos puntos peninsulares con guitarras y gaitas, castañuelas, flautas y tamboriles y hala, a bailar tres horas. Por lo demás yo estuve de lo más aburrido y pasota. Para darme a comer aparte. O casi. Leí mucho, eso sí y me dormí una maravillosa siesta.
Domingo 23 de Agosto
Por la mañana me terminé El perro de terracota, de Camillieri –ya he decidido leerme completa y por orden la serie del comisario Montalbano. Excelente. Del resto del día, lo mejor la cena en el hotel María Manuela: Ensalada abundante, bacalao fresquísimo y en su punto, bebida, café y una tarta de queso casera buena de verdad. 30 euros propina incluida dos personas. Mañana se proyecta, si el tiempo acompaña, subidita a patita a los Lagos de Covadonga.
Lunes 24 de Agosto
Hay dos maneras de llegar a los lagos de Covadonga. Una: carretera adelante hasta el santuario y allí coges el autobús (6 euros, ida y vuelta) que te sube a los lagos, ya que en verano –afán recaudatorio- está prohibido el acceso en vehículos particulares. Otra: meterse entre pecho y espalda siete kilómetros de caminos de monte con el coche hasta un remoto lugar llamado Camba y luego dos horitas, más o menos, de darle a la bota trochas y andurriales arriba (y lo mismo de vuelta). Afortunadamente está lloviendo y nos vamos a Gijón. Como ya está claro que en Asturias se come de puta madre paso de repetir el menú. Luego paseito de ida y vuelta por la playa de San Lorenzo que me recuerda al paseo de Las Palmas de Gran Canaria, visita a la ciudad vieja, compras diversas, cafés y muy bien, la verdad. La gente de estos sitios es amabilísima. En la librería Paradiso, que es de las más antiguas del lugar, encuentro para mi sorpresa un ejemplar de mi primer libro de poemas, nuevecito, en la sección de ofertas (3 euros) que me compro, ya que sólo me quedaba un volumen. También encontramos un ejemplar del Justine de Durrel, en primera edición y otro antiguo, de cuentos de Cervantes, que le hará ilusión a Luis Alberto cuando se lo regalemos, seguro. Parece que mañana quieren subir a los lagos esos. No sé qué haré.
Martes 25 de Agosto
Como buen cobarde que se precie decido no abandonar la nave y ver cómo el resto de la tripulación al completo se marcha montaña arriba. Parte de la misma asegura que será acción infructuosa pues aunque el día amaneció soleado divísanse brumas y nieblas en lontananza, pero el que los capitanea dice no se qué de gaitas templadas y parten en decidida formación a la conquista lacustre. En la soledad de mis reales aprovecho para vestirme con total parsimonia, acicalarme con lentitud propia de galápago y sentarme ante el ordenador para escribirle a Pochi, el hijo mayor de Alfonso y Clara, un cuento que ha le tengo prometido y ya soñado, pues no me gusta escribir nada que no haya soñado previamente. Hacia las dos recibo llamada de Antonio Rómar desde Madrid, lo que me congratula y mantenemos animada conversación. Un poco más tarde recibo llamada de Marisol anunciándome el fracaso absoluto de la expedición y que retornan al hogar debido a las temerosas inclemencias del tiempo, que amenazan empape irredento e inmediato. Aprovecho para acabar el cuento, que no me parece malo.
La comida bien, la siesta espléndida. Pequeño paseito posterior. Lo demás es repetirse.
Miércoles 26 de Agosto
Vamos a la playa calienta el sol chivirivirí poropopó. Olas. Surfistas. Algas para todos. A las tres al Buxu a comer, en el pueblecito llamado Niembro. Caro. Pero inmejorable. Rey (como una palometa roja) y Baixu (como el rape) a la plancha con aceite, ajo y limón, pescados cuatro horitas antes. Antes nos comimos una nécora para entretener la espera. Y para salir una tarta de queso y nueces de vértigo. 62 euros bien invertidos. Luego otra vez playa, unos se bañan, otros se toman un cafelito y se leen el periódico. De vuelta a casa, duchita y a ver a los primos de Marisol en su casita de dosmil habitaciones, luego nos iremos de cena y a tomar unas copas. Como no conozco a nadie me entretengo con el perro y me lo paso en grande: nos hacemos muy amigos y le prometo hacerle una visita en cuanto pueda.
Jueves 27 de Agosto
No logro encontrar mi pantalón bermudas preferido a cuadritos ingleses que tanto odia Marisol. Al final deduzco que me lo han hecho desaparecer. A las 12:30 salimos hacia Madrid. Nos llevamos el conejo. Ruta:
1. Carretera de Benia de Onís a Panes. Mucha curva y mucho precipicio con premio: entre los picos aparece, majestuoso el Naranjo de Bulnes. Impresiona. Dan ganas de no subirlo. No lo hacemos.
2. Autopista de Panes hasta Aguilar de Campoo. La ciudad de las galletas. En cualquier rincón huele a galletas. En la gasolinera también. El Pisuerga pasa por Aguilar para oler a galletas. Entramos a comer en un restaurante de la hosti tú: Gore Etxea se llama. Y la paella que hacen es de las de llorar: Por plato: cinco gambones, dos carabineros, una cigala, dos buenos trozos de calamar, unas veinte almejas y diez o doce trozos de rapé, ajo, pimiento rojo y ¡esto es lo increíble! arroz por debajo. Después me salto el régimen ante una torrija de las de bailarle un zorcico a la cocinera. Vino, café y a seguir llorando hasta Madrid. Nos dan una zanahoria para el conejo.
3. Autopista de Aguilar de Campoo a Madrid. Con parada en un pueblo que no recuerdo ahora para tomar un refresco, cerca de Aoslos, ya en provincia matritense, que dan ambos para hacer un chiste. Malo.
4. Llegada a Tirso de Molina a eso de las siete y media. 35 grados de mierda. Estoy por volverme a Asturias.
Se acabó el diario.
PS: El conejo, bien.
Jesús Urceloy / a 28 de agosto de 2009
Bienvenido al mareo de tierra firme.
ResponderEliminarBesos lobos y cadalseños