martes, 3 de marzo de 2009

2 Áurea urcélica retórica 2

Me dijo mi siempre amado Torres que lo iba a sacar en su blog, pero como veo que se retrasa lo hago yo, que para eso es mío.


Romance erótico festivo de la Instrumentista y el Operario

Ella era fina y concreta,
él en cambio era un simplón,
ella tomaba las pastas
del te con guantes, y él no,
que él se tomaba ocho cañas
dos de callos y un sifón.
Ella tocaba en la Orquesta
Sinfónica de Badajoz,
el arpa, el piano, la flauta
y a veces si la ocasión
era propicia, la tuba,
y el mordaz contrafagot.
Él, siguiendo la costumbre
que dicta al trabajador
por cuenta ajena, tocaba
sólo el martillo pilón,
pero lo hacía en la calle
según dictaba el patrón
de sol a sol las mañanas,
las tardes, de sol a sol.
Ella se llamaba Pura
Fernández y Mataró,
y el en cambio sólo Cosme
y entre sus amigos, Cos.

Ella lucía en concierto
vestida de relumbrón,
sobre la cabeza un moño,
ceñido al ochenta y dos,
que le marcaba en la cara
una risa de función,
de funcionaria decía
que era su colocación.
Él sin embargo, en la calle,
un mono azul azulón
lleno de manchas que hablaba
muy bien de su ocupación.

Ella sacó su carrera
de hiperinstrumentación
en dos años, con astucia,
inteligencia y tesón,
A fuerza de muchos codos
y alguna genuflexión.
El día de examinarse
dijo al examinador,
porque decírselo al cura
de San Lucas no es labor,
con ese arrojo desnudo
de quien cree llevar razón,
estas sutiles palabras
de grandeza y arrebol:
¡Como me suspendas, Paco,
esta noche no, no y no!
Él a fuerza de dar golpes
al pico y al azadón
sin necesidad de enchufes
ni sobos a su patrón,
golpe a golpe, maza a maza,
alcanzó su posición.

Una tarde en que ensayaba
la Orquesta de Badajoz
un concierto para arpa
de cierto compositor
ruso, para dar más señas
pero no por eso atroz,
ella hacía de solista
con tanta furia y pasión
que en vez de pulsar las cuerdas
las sometía a presión.
Y arrancábales las notas
a ese instrumento guasón
que parece una pregunta
enorme, aunque a Becquer no,
que a Becquer le parecía
que estaba en algún rincón.

Con tan grandes aspavientos
tanta saña y tanto ardor
tocaba Pura, que el moño
desmelenado quedó,
las medias se le caían
presas de la agitación,
y en la orquesta los maestros
se desmayaban de dos
en dos, y hasta se llevaron
a darles friegas de alcohol
al de la viola de gamba,
al del oboe y al del gong.

Pero llegado el adagio
del mentado Korsakov
Pura detiene su embate
gira como el girasol
se levanta del asiento
y cual furioso mongol
sale del conservatorio
observando en derredor.
Cosme le daba con furia
a un adoquín persuasor
con el martillo de marras
causando tan gran resol
que las estatuas del centro
jugaban al voleibol.
Cosme levantó la cara
y a Pura en jarras creyó,
Pura vio a Cosme y el aire
suspenso un tiempo quedó,
y en contra de la costumbre
que hace a este mundo traidor,
lanzó sus flechas Cupido
que además de enano, es dios,
y en arrebatado esfuerzo
allí a los dos desnudó
causando tal alborozo
entre el público guasón
que nadie supo ya entonces
-y hubo grande discusión-
diferenciar claramente
entre el agua y el sudor.
Al empuje de esos cuerpos
presos de alocado amor,
temblaron calles, cimientos,
y el camposanto tembló,
y hasta los muertos salían
de su tumba, porque no
se podía en el otro barrio
con tanta revolución.
Y aquello duró tres noches
y tres días, y el pilón
cantó cuatrocientas veces
el asfaltomifasol.

Ella se llamaba Pura
y él menos, tan sólo Cos.


urceloy / febrero de 2009

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Anda! pero si es la Pura,
    a esa la conozco yo,
    que estudiamos juntas canto.
    Siempre ella con diapasón
    porque era desafinada
    incluso en Do Mayor,
    era mala en armonía
    y en el solfeo un horror.
    Pues ahí la ves tan pancha
    con pasta y colocación,
    no como una servidora,
    que teniendo una gran voz
    camina de bolo en bolo
    y con cualquier director.
    No consigo ahorrar dinero
    no tengo casa, ni amor,
    pues en esto último voy yendo
    sin suerte, de flor en flor.
    Aunque Pura tenga un Audi,
    chalet, joyas y un visón,
    también un pichurri nuevo
    parece ser, ¡qué ilusión!,
    yo tengo miles de amantes,
    soy guapa , toco mejor,
    y aunque no estoy en la orquesta
    tengo en la calle un carrerón.........
    en la media también.

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