“Dame gazpacho, amor, dame gazpacho, que estoy ebrio de ti, mas no borracho”
Para sopocientas personas o un soltero irredento.
1 Kg. de tomates maduros en los que haya un par de ellos verdes. 1 cebolla gorda o 2 pequeñas. 1 pepino de esos que despiertan pasiones ocultas, o dos de catorce centímetros. 2 zanahorias pequeñas. Como 5 rebanadas de pan integral bien mojado de agüita rica. 1 par de pimientos verdes, largos y finos y 1 pimiento rojo gordo y aburrido. Ajo en polvo, como una cucharadita de café. Una taza de aceite fino. Media de tomate frito. Media taza de vinagre. Un puñado de sal por cada 5 comensales. Un copazo –así, como suena- de ron añejo y unas gotitas (entre 8 y 10) de fino, a ser posible Montilla.Como 78 cominos, es decir un puñadito.
1. Allegro molto agitato.
Se echa en recipiente grande el pan seco. Se pone bajo el grifo hasta que se le advierta mojadete. Se lavan los tomates, se les quitan los polos y a cuatro trozos por cabeza al perol. Echamos la sal, el aceite, el vinagre, el ron, el ajo y los cominos. Se agarra uno al mástil de la batidora y ¡Hale!, hasta que todo esté hecho puré. El tomate suelta tanta agua que no es necesario añadir más, pero resulta prudente –ya que el gazpacho es una sopa fría, y no un plato de cuchillo y tenedor- meterle un vaso.
El truco de Pernambuco consiste en que con el volatineo de las aspas el alcohol del ron se pega un bonzo, es decir que se quema, quedando el revuelo de las bayas y el gustillo de la barrica. Cuando acabamos este paso se riega con el fino la brevedad de esas gotitas, que más que emborrachar, dan aroma.
2. Allegretto. Andante sostenuto.
Aparte hemos pelado el pepino y con cierto sacrificio le metemos dos cortes a lo largo y varios a lo ancho, quedando el pobre a cuadros. Con la cebolla ídem de ídem. Así igual con los pimientos (dentro tienen pepitas, se deben limpiar) y las zanahorias. Ponemos todo esto en una escurridera y lo lavamos a conciencia. Y en un vaso grande, de esos que vienen con la batidora, sin contemplaciones y un poco de agua los vamos batiendo. Según se bate cada vaso se echa el producto en el recipiente grande, mezclándolo. Luego otro vaso y otro hasta agotar las hortalizas.
3. Finale apasionato alla breve.
Ya esta casi. Se mezcla hasta que quede liquidito y sin grumos. Se prueba. Que sale soso, se echa sal, se bate again y así hasta que te sepa de buten.
Que eres un bolinga, échale una cucharada más de fino amontillado. Que eres un aprovechado: un vaso de agua con media cucharada de vinagre por litro. En fin. A mi me gusta como ya he dicho. Se mete en el frigorífico y antes de ponerlo en la mesa se le ponen a flotar un hielito por persona. Es recomendable hacerlo 24 horas antes de comerlo. Pero de eso sabe más el hambre que la paciencia.
4. Coda sine indicacione. A giusto.
Hay gente que reserva parte de las hortalizas cortadas, trocitos de huevo duro, jamón serrano, pan frito o duro, y se lo echa una vez servido en el plato.
Es fácil, no tiene muchos secretos, es baratito y es resultón. Quita la sed en verano y alimenta. Y a mi me gusta en cualquier fecha. Si vales bene est, ego valeo.
¡Dios de Israel y Judá!
ResponderEliminarEso debe ser como el barroco del gazpacho.
Sólo de leer la receta he sentido vértigo. Me parece más sencillo hacer una reproducción del Palacio Real a base de cerillas, chapas de Mahou y pegamento.
Si eso es un humilde gazpacho... ¡cómo será lo de hacer un ajo arriero con langostinos!
Salud.
Jajaja, muy bueno.
ResponderEliminarMe quedo a mirar.