jueves, 25 de febrero de 2010

2 Pornomanía del yo 10

Lo malo de escribir epigramas en estos tiempos de poca soflama y menor audiencia es que a veces se mueve al desconcierto individual cuando la única pretensión era la generalidad. Es decir que hay amigos y gente a la que quiero y mucho que, en vista de estos versillos me preguntan ¿No te referirás a mí? y otras lindezas de parecido tono, por ser discreto. No, amigos. Los epigramas son ecuménicos y salvo que el dedicatario sea nominal nadie debe hacerse oídos.

Bien sé que los poemas no se explican, pero para proteger mis mullidas partes de puñadas y otras dolientes mordeduras prefiero aclarar alguna cosilla.

La décima "Con el tiempo han comprendí-" es antigua. Data de hace unos años, cuando me despidieron de un trabajo al enterarse que escribía versos y lo peor, me los reseñaban en periódicos de tirada regular.

La que dice "De tus poemas, Fermín," es algo más cercana. Fue producto de la asistencia a uno de esos maravillosos recitales que se anuncian a bombo y platillo, y donde se alaba al poeta con epítetos de ingenio y que de resultas no tienen de novedad ni un mal ripio.

"Vienes a mi casa sola" tiene más de diez años. Se lo escribí a cierta dama que lucía luengos guantes modelo Gilda y embocadura de pitillo ad hoc. Pasaba por ser alumna mía. Cierta vez que respondí a sus galanteos con una naturalidad no prevista por ella, huyó de mi presencia y no la he vuelto a ver. Era altísima, delgadísima, catalana y arquitecta, y salía en una peli aburridísima de Garcí.

"Toquen otros chirimías" es un intento de hacer una décima a lo Góngora y no tiene más de lo que hay. Mi amigo Wolf cuando llegue a "tetas" que sepa que es un símbolo, provocado por la rima ya que ambos preferimos sustantivos más pedestres.

La que está dedicada a George Clooney me gusta mucho y viene a la sazón de esa moda actual de incorporar a nuestros ámbitos ciertos animalillos de curiosa compañía, al mismo tiempo que una sutil denostatio hacia toda esa marea de sandeces venidas de la costa este y que solemos adoptar tan bien. Existe una versión en un tono tan triste que ha preferido quedarse en el cajón.

La décima "Cuando salgo con Sullé-" es muy reciente, y no es un epigrama. Es tan pequeñita que si sólo consigo un pequeño guiño o una sonrisa ya me doy por satisfecho.

Y la última me parece estupenda, porque en eso de reírse de uno mismo está la mejor de las terapias. Es la más antigua, pero también la más moderna, ya que del original corregí dos rimas y cuatro versos el mismo día que las saqué a este blog. Puede que me la aprenda de memoria. Y estoy por dedicársela a Elisa, que el otro día me dijo que le había gustado mucho.

Vale.

viernes, 19 de febrero de 2010

1 7 Epigramas o menos

I

Con el tiempo han comprendi-
algunos santos varo-
que quien toca en mis cojo-
no plañe bien de mi olvi-
Aunque también se ha sabi-
que esta ley, por enuncia-
tiene su mucho de almoha-
y su perfil decaden-
Quien quiera pues, que lo inten-
a ver si no pasa na-


II

De tus poemas, Fermín,
veo que en algunos callas
por prudencia, en otros hallas
sorpresas de cafetín,
y en el resto, al fin, ¡por fin!
contemplas cómo la luna
brinda voz sin rima alguna
bajo tus versos. Qué propia
va ligera tu fortuna
sobre las lindes de Inopia.


III

Vienes a mi casa, sola,
te hago café, cuento un chiste:
sentada sabes que insiste
poco el Urceloy. Te mola
sonreírme, una aureola,
y un guante que se descalza:
aunque vestida, te realza
la utopía y mi deseo.
Con tu piel sólo, yo creo
poco mi valor va al alza.


IV

Toquen otros chirimías,
bandurrias y panderetas,
que en tocando yo unas tetas
me soy todo en alegrías:
plañendo estas sinfonías
que afinan los corazones
bien puedo, por abluciones,
tocar órganos más suaves:
donde los labios son llaves
de instrumentos a pistones.


V
Para George Clooney, of course.


Dices, Manuel, que lo “in”
venido de “Guasintón”
es adoptar un lechón
por mascota. Y a ese fin
tienes ya en casa un mastín,
un pez tigre, dos faisanes,
tres hamsters, cuatro alacranes,
una iguana, un cocodrilo,
una víbora del Nilo
y un cerdo blanco de Llanes.


VI

Cuando salgo con Sullé-
por la Dehesa de la Vi-
a andarnos un par de mi-
con Oto y Nana, los pe-
y pasamos junto al Ce-
de los Locos de retor-
dejando atrás el contor-
de Guadarrama y su sie-
solo pienso en los café-
y el Vichy de mis amor-


VII

Tu beldad desconcertante,
tus labios, tu genial torso,
tus piernas, que son del corso
patente atrás y adelante,
tus manos, tu boca amante,
tus muslos, tras los que lerdo
no concibo más acuerdo
que el cuerpo que estereotipas,
tu piel, tu sangre y tus tripas
me pierden, amigo cerdo.


urceloy / febrero de 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

3 Algunos poemas casi tristes 12

Sobre el inicio de un verso de Angel Crespo y un título de una entrada de blog de Luis Felipe Comendador.

(Soneto menor en números rojos)

“Si me fuera a morir...”
Ángel Crespo

“Morir despreocupado.”
L.F. Comendador


Si me fuera a morir un día de estos
-es cosa que sucede y sin embargo
cuánto cuesta la nota de descargo
que aprueba el pagaré, los presupuestos

generales del alma, los protestos
sine díe, las letras con recargo,
las cuentas del dolor- se me hace amargo
dejar deudas de pago en mis impuestos.

Quien las herede puede sin problema
dejarme sin entierro
que no he de protestar al testaferro.

Así, agotando el tema,
ya que la vida me dará de lado
mejor será morir despreocupado.


urceloy / febrero de 2010

miércoles, 10 de febrero de 2010

0 Este no es un poema triste

Le he escrito este poema a mi amigo Claudio, que creo que le ha gustado mucho, y a pesar que solo lo entiendan los que están en el ajo, creo que es necesario traerlo a este florilegio lenguaraz.


Celebra, con este acróstico,
a quien bien quiere


Con ese porte que es puro destello
Labial sonoro y a la par sencillo,
A las musas cachondas el muy pillo
Urde sacarles arte por el cuello.

Da por gato vital que no plebeyo
Iridiscencias cuando va al cepillo,
Ora su voz no tiembla en el carrillo
Con un maullar que sabe a descabello.

Al ovillejo no hay quien le haga sombra
Rompe a bailar cuando le amaga un pero
Romántico en la lágrima no mengua:

Ilustrado lector, aquí se nombra
Leido en vertical su nombre entero,
LO demás es tirarle de la lengua.




Jesús Urceloy / febrero de 2010

lunes, 8 de febrero de 2010

4 Algunos poemas casi tristes 11

Locus iste


el cuenco de mis manos
es el lugar de mi tristeza

mis dos manos adultas que se pierden
en la niñez aromas ruidos noches
recuerdan las canciones que mi padre
cantaba sin saber que en esa voz
iba trazando su memoria nuestra

tal vez de caminar junto a mi cuerpo
de coger cosas
se hicieron fuertes
tal vez de romper horas y bolígrafos
se hicieron disimuladamente fuertes
y amaron
lo que pudieron
lo que sabían
las horas los bolígrafos
la fruta los regalos infantiles
los libros y la música encerrada
los timbres y las puertas
la ternura

amaron
de una mujer
su abrazo

con su cadáver con su máscara
con su desnudo débil su alegría
y su grito final
vencido
seco

estas manos vivieron
en una ciudad vieja
en una casa pobre
en una habitación
una cama un armario una mesilla
y un poco sólo un poco
de cielo prometido

de aquel cielo imperfecto que pasaba
tras la persiana sucia por el patio

mis manos son ahora
su espalda suelta a golpe
de luz dormida junto a ella a salvo
de pisadas a salvo del rencor
en un borde del suelo

hacia el lugar de toda esta tristeza
 

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