Por ahora es mi cuentito más famoso, y le tengo mucho cariño, quizá sea por la ternura que pretende... Me lo acaban de publicar en Cuentos para el andén, una revista maravillosa que se reparte gratuitamente en los andenes del Metro de Madrid. Espero que os guste.PingüinosMi mujer no se cree que yo no sea un pingüino. Se limita a mirarme con sorna, se encoge de hombros y sigue a lo suyo.- Pues ya me dirás qué eres –me dice.- Soy una persona –le digo. – Una persona como Dios manda.- No metas a Dios en esto, que no tiene nada que ver. A ti lo que te pasa es que te has aburrido de mí y no sabes cómo decirlo. Anda, acércate al fiordo de la esquina...
domingo, 11 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)